jueves, julio 23, 2009

Multado por acojonar a un policía

Pues lo he estado buscando un rato en el Libro, y no encuentro ese delito, y eso que en el Libro está todo. Se vé que no he buscado lo suficiente. Tendré que buscar mejor. Quizás es que mi edición esté mal vocalizada y en vez de aparecer eso aparece "estrabismo divergente" (Esto lo explicaré en el próximo post)
El caso es que salía del trabajo a las tantas ya de la noche con unas ganas horribles de llegar a casa y zumbándole al cochecito que tengo en préstamo para llegar antes. Zumbándole es un decir, porque pasar de 120 ya es un milagro, y mas con el aire acondicionado puesto. También hay que tener en cuenta que durante el camino tuve que esquivar al típico suicida que va en dirección contraria porque como aquí las calles son un jaleo, lo mas fácil es que te metas por donde no debes.
Llegando al compaund tomo la última curva que es de 90º a lo que da el coche y la curva, unos 40-50 km/h (mas no porque o saldría derrapando o acabaría volcando). Según salgo de la curva me encuentro con un coche de policía yendo a 20 por mitad de la calle (el tío se estaba poniendo el cinturón) y con las luces apagadas (nótese la nocturnidad del evento). Le esquivo fácilmente y me dá tiempo a ver la cara de pánico y totalmente blanca del individuo. Ya cuando estoy frenando para pasar la primera barrera oigo un tímido sonido de sirena, un sólo golpe, como si no hubiera acertado a dar el botón. Paso la primera barrera y me dipongo a pasar la segunda cuando uno de los militares de la puerta me pide amablemente que me heche a un lado. Mierda. 5 segundos mas y me cuelo en el compaund y adiós muy buenas.
Me han cazado.
Aparco tranquilamente y veo que por el otro lado de la valla se acerca el policía, con los ojos como platos y con un susto notorio en el cuerpo. Hablando en árabe si parar. De pronto me alegré estar encerrado por una vez tras las vallas del compaund y de como si un círculo antisatánico se tratase me vi protegido por esa débil alambrada. Así que con ese mínimo de seguridad traté de sacar lo mejor de mi empatía y de colaborar lo máximo. No era cuestión de comprobar la fortaleza del "efecto compaund" ni de enojar mas al policía al que todavía no se le había pasado el disgusto. Me piden la documentación y me rellena un papelajo amarillo todo en árabe. Mala suerte también porque con el susto se podría haber equivocado en algún número... pero no, están todos bien puestos, aunque mas que árabes parecen japoneses. Multa al canto.
Y el tío se dipone a irse sin contarme nada mas. Entonces haciendo uso de la alianza de civilizaciones de Bambi, le suelto un habibi y le pongo cara de póker, dándole a entender que no tenía ni idea de lo que me estaba dando.
Muy amablemente se acerca y con voz acelerada y haciendo gestos con las manos me cuenta su versión de los hechos en árabe, con lo cual sigue siendo suya porque no me enteré de nada. No hace falta, esos ojos como platos y esa cara blanca ya lo decían todo. Le pregunto a los mozos de la puerta que hacen como que nos miran el aceite del motor cada vez que entramos, si ellos me sabrían explicar, pero tampoco hablan en inglés. Le pido perdón al policía con gestos y cara de niño bueno y se va ya mas tranquilo.
Me quedo un rato mas con los mozos de la puerta a ver si saben explicarme que pone en el papelito amarillo a la par que nos echamos unas risas, porque habían presenciado la escena y se estaban descojonando. Pero no hay manera. Así que uno de ellos me coje de la mano muy en el rollo de aquí, en plan mariconeo, y vamos visitando a la diversa fauna de la entrada a ver si me traducen lo que pone. Pero todos en árabe. Al final le preguntan a un libanés que entraba y ya me explica un poco el tema. 300 pichirulos y si tardo en pagar un mes, me doblan la apuesta.

Así que ya sabéis, ir en dirección contraria, llevar un camello en una pickup por medio de la autopista y sacando el cuello hasta la mitad del carril contrario, llevar una horda de pakistanies encerrados en la parte de atrás de un camión, llevar una escalera de mano sujeta por las ventanillas o ir con los niños en el regazo mientras se conduce y se urga unos los pies no son hechos que asusten a la policía, pero despertar del letargo a un camarada es una cosa muy fea.

viernes, julio 03, 2009

De comprras por Riyadh

Dentro del amplio, extenso, inacabable e infinito de arco de posibilidades que te ofrece está ciudad para no quedarte en casa, está, como no, ir de compras.

Puedes empezar por un centro comercial pijo e ir a una tienda española y ver cosas normales,


o te puedes empezar a mover un poquito y cambiar de ambientes y ver cosas ya no tan normales, bueno en realidad son mas normales de lo que os pensáis.

Una tienda de niños, por ejemplo, con maniquíes sin cabeza, que eso de hacer representaciones humanas les da yuyu.



Que da un escalofrío ver un maniquí de niño sin cabeza, pues no pasa nada, en la tienda de al lado tienen la solución perfecta, les ponemos una máscara.


También te puedes acercar a alguna tienda que te recuerde el estado mental medio del pais.


La opción culta también existe, y siempre te puedes acercar a una librería y comprar libros que instruyen en el noble arte literario del sms,

o si quieres un poco mas de profundiad intelectual, siempre puedes elegir entre un amplio catálago de libros en la sección de nazis.


Y sobre todo, no te olvides comprarte unos pantalones talla "culo", que los necesitaras después de haber estato sobreviviendo una semana entera a base de humus,


O una hipermegachatarra de equipo de música para atronar a los vecinos y acabar como el letrero de la tienda anteriormente retratada.




Claro, que siempre te puedes quedar en casa y descubrir el funcionamiento de la manievela.