Siempre hay cosas que no te das cuenta de lo bonitas que son por lo
acostumbrado que estas a verla. El cielo en Riyadh es soso, como la
ciudad. Apenas se intuye el azul del cielo y la mayoría de las veces
es de un amarillo mortecino. Esta semana haciendo kilometros por
españa he vuelto a ver un cielo azul, con nubes blancas de algodón y
rojizas y anaranjadas al atardecer. No me extraña que lloren
Al-Andalus, los tesoros cuando se pierden siempre se echan de menos.
PD: Aún no me he comido un jamón entero, voy por la mitad. Me he
entretenido comiendo morcilla...mmmmmmhh!!!!!!!!
vaya mariconada de post...cielos azules, nubes de algodón...dios que tio más pasteloso...
ResponderEliminarEste blog apesta!!
ResponderEliminarPor cierto el cielo volvia a ser azul en Jeddah, majete!
Esto me recuerdo que tengo que hacer un post sobre el síndrome de Estocolmo.
ResponderEliminar