jueves, noviembre 19, 2009

Rosas del desierto

Aunque no hay muchas cosas que hacer por aquí, siempre se puede encontrar algo nuevo. Simplemente hay que buscar un poco, preguntar y tener un poco de espíritu aventurero.

Como una especie de secreto a voces que se transmite de expatriado a expatriado vía coordenadas GPS hay una zona en medio de la nada, entre gaseoductos, oleoductos, granjas de camellos desierto de piedras y de arena y relativamente cerca de la costa, (a unos 100 km) hay un lugar donde se pueden encontrar rosas del desierto. Caprichos de las presiones, el agua y la tierra.

Rosas del desierto nada mas desenterrarlas y listas para lavarlas.
Como irse a tomar por culo en mitad de la nada, literalmente, para excavar y sacar terrones de arena es un poco excesivo, ampliamos el viaje con algún motivo turístico mas atrayente.

Las cuevas de Jofuf.

Apartándose ligeramente del camino para ir a buscar las rosas, nos acercamos a la ciudad de Jofuf, construida al remanso de la industria petrolera y que aún conserva algún castillo de adobe típico de la región. Para aquellos hipnotizados con todo lo árabe no les decepcionará, caos moruno, cutrez en cada esquina, construcciones absurdas y una belleza sin igual. Si buscáis Jofuf, quizás no lo encontraréis, buscadlo con una H o algo parecido. Como por aquí hay mucha influencia anglosajona lo de la J no lo llevan muy bien, aunque es la que mejor se adapta al fonema. En fin, Jofuf con J de Jamón.
Pues en tan estupenda ciudad el visitante pude encontrar una de esas maravillas que nos suele brindar la naturaleza a fuerza de milenios, agua y un poco de viento. Una colina rocosa horadada completamente por dentro por la erosión. Como si de la ciudad de encantada de Cuenca se tratara, salvando las distancias y los bocadillos de jamón.
Un buen sitio para ver atardecer y cenar unos shawarmillas.
Esto no es Cuenca, pero ahora mismo nos pilla mas cerca.

Half moon bay.

El descanso del guerrero se merece un buen hotel con playa, así que en la costa camino de Bahrein y cerquita de Dammam hay una bahía con unos cuantos resorts. Son un poco ridículos y sólo los frecuentan saudis y algún que otro expatriado. Rídiculos porque teniendo a tiro de piedra Bahrein y sin problemas de prohibición de alcohol nadie se queda en una playa del golfo sin poder beber una cerveza. Unas aguas que tienen mas petroleros que camarones no merecen demasiado la pena.

Nuestro GPS particular buscando chirlas en las procelosas aguas del golfo.

Unas mozas que no sabemos si llevaban la abbaya puesta o se acababan de dar un baño de chapapote