viernes, noviembre 24, 2006

El fin de semana empieza el jueves

22-11-2006

Hoy ya me he cansado de tener problemas con el ordenador y me he traido el portátil a la oficina. He formateado el otro y le he vuelto a instaler le P.WXP, nunca había visto tantos pantallazos seguidos en mi vida, y además durante todo el proceso de instalación. Ese equipo huele a muerto, al menos el disco duro. Que se ocupe el servicio técnico que para eso está.

Por la tarde nos hemos dado una vuelta por la calle Olaya, algo así como Serrano en Madrid. Muchas tiendas a uno y otro lado. También nos hemos metido dentro del centro comercial de la torre “Kingdom”, de ahora en adelante, “el abrelatas”. En cuanto tenga tiempo y una conexión decente subo alguna foto para que veais porqué.

El centro comercial está chulo y tiene una planta dedicada sólo a las mujeres, pero no deja de ser otro centro comercial mas, son todos iguales y como era de esperar, con D. Amancio expandiendo el imperio.

Luego fuimos donde están concentradas un montón de tiendas de informáticas, asi en plan cutrecillo y la mayor parte sin por los precios en los productos... promete, a ver que se me ocurre que me haga falta... ¿un lanzamisiles Usb tal vez? :P

Bueno y de ahí al applebee´s que es un restaurante en plan americano un poco caro para lo que suele costar por aquí la comida. Nos pusimos ciegos a comida con tres chorradas; Nachos, una ensalada cesar y combo de entrantes.

Está situado en una calle pijilla llena de cafeterías y donde se concentran todos niñatos arabes que se las dan de modernillos y que van con los coches de papá. Cuando digo los coches de papá me refiero a los Hammer, mercedes y todo terrenos enormes tipo tanque.

A ver si consigo acordarme otro día del nombre de la calle. :/

De vuelta a casa nos dió por hacer turismo nocturno por la ciudad hasta que encontramos el indicador al aeropuerto y ya pudimos orientarnos y volver a casa.

23-11-2006

Entre las cosas que no te cuentan cuando vienes aquí, es que los jueves por la mañana se trabaja (que es como si en españa trabajaras un sábado por la mañana).

Avisados quedais los que se os ocurra venir a estas tierras.

Comida de bienvenida con todos los españoles en un pseudo restaurante italiano en la misma calle pijilla de anoche. La sociedad secreta (ya dedicaré unas lineas otro día a hablar de la sociedad secreta) se empeñó en que nuestro jefe debía de comer menos que los demás y estuvieron sirviéndole el último y olvidándese de sus platos toda la comida.

Estuvo bien porque pudieron venir las mujeres y así nos conocimos todos al fin.

Ya por la noche tuve mi primera fiesta. Fue en un compaund que van a desmantelar y aquello parecía una discoteca de Ibiza lleno de guiris color cangrejo y con unos pedos descomunales.

El alcohol está prohibido, pero aquí la gente se fabrica “clandestinamente” su popio alcohol, vino, cerveza... Menos mal que no bebo :D

Aquí hay enfermeras y azafatas trabajando y como al final todos somos iguales cuando el hambre se junta con las ganas de comer pues desaparecen las primeras barreras. En bruto, el que no moja es porque no quiere, así que si alguno pensaba que esto era un monasterio está muy equivocado.

(Cielo, no te preocupes, si hace falta compro bromuro en el mercado negro.)

24-11-2006

Al fin viernes (alias domingo), He echo el remolón, pero he conseguido levantarme a las 12, mehe arreglado un poco la baraba, que empezaba a parecer un “motawa” (policía religiosa) y le he echado un poco de valor al asunto, cogí la toalla y el bañador y fuí decidido a hacer mis primeros largos en la piscina cubierta. Cuando llego me encuentro que habían organizado una competición de natación para todos los chavales del compaund.

La sociedad secreta nunca descansa.

Pues nada, media vuelta y a comer, que remedio.

Por la tarde nos hemos ido al IKEA de aquí, a ver si conseguíamos comprar unas lámparas para las mesillas. Está a lejos de narices, pero bueno, conseguimos encontrarlo y no perdernos. Al lado hay un centro comercial muy raro con muchos espacios sin ocupar, enorme y con un gusto situado un poco mas allá del final de la espalda. Con una zona de restauración muy, muy rara. Cuatro o cinco restaurantes de comida rápida diseminados alrededor de una plaza enorme y muy vacía. Con cuatro mesas para todos en el espacio común. Apartado estaba una zona con biombos para que puedan comer las familias y las mujeres. Es lo que pasa cuando se hace una cosa con la mentalidad occidental en el país de las restricciones religiosas.

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