lunes, noviembre 27, 2006

A remojo

A última hora de ayer conseguí hacer un esfuerzo sobrenatural y fui a nadar.
Que dolor, me acuerdo cuando era pequeño y hacía infinidad de largos. Es más alguna vez llegué a ir hasta tres días a la piscina a nadar.
Una de aquellas veces en la M86 a algún graciosillo se le ocurrió quitar la corchera que dividía la piscina y aquello se hacía interminable. Nunca se llegaba al final, no era cansado, era aburrido.
Pues esto algo parecido, al 4º largo aquello me parecía otro mundo. No duré nada mas que otros 4 largos más, no sea que me entren agujetas y la vallamos a tener por 8 largos de nada.
Menos mal que estaba yo sólo y al menos los pude hacer tranquilito.

A ver si recupero la forma porque hacer sólo 8 largos es bastante lamentable.

No hay comentarios: