Mi primer Ramadán chispas

Esto es ya en términos superlativos. Los Saudis elevados a la enésima potencia.
Me está descolocando bastante el horario, se hace una especie de jornada intensiva porque por la tarde no curra nadie, bueno, no es que antes currase la gente, lo que quiero decir es que no curramos ni los blancos.
Las tiendas cierran a las 12 o la una y no abren hasta las 9 o así lo de cerrar es otra historia hasta la una o las dos de la madrugada nada.
Así que para no aburrirme después de comer en casa nos metemos unas siestas de campeonato.
El otro fuimos a un sitio moruno de esos en los que se come en el suelo a imbuirnos en las costumbres locales y hacer nuestro primer Iftar, (Crispal echame una mano con la palabreja), que es la primera comida que se hace nada mas ponerse el sol. El sitio no es que fuera barato, pero por la cantidad de comida que nos pusieron y que no pudimos comernos ni la mitad nos dimos por satisfechos. Una fuente enorme con kasba, pollo y camello, sopa de trigo, lavan y unos cuantos guisos muy ricos y de los cuales no recuerdo el nombre. Espectacular. Sentados en el suelo cual marajás y con la panza llena a reventar.
Obviemente ante tal salvajada de comida y aprovechando que estábamos tumbados no pude resistirme a echarme una siestecica. La única pega es que en vez de cantos de sirena lo que se oían eran los cánticos de la oración, pero bueno a todo se acostumbra uno.
A ver si me acuerdo y subo mas tarde una foto de la pitanza.