domingo, diciembre 10, 2006

El barrio de las esencias

9-12-2006

Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... camellos encima de pickups atravesando autopistas. He visto calles sin farolas iluminadas por luces cegadoras procedente de las tiendas.. Todos esos momentos se perderán en el tiempo porque no me llevé la cámara. Es hora de cambiar de objetivo, y sacarla a pasear.


Hoy ha tocado visita al zoco de los perfumes situado en el barrio de Manfuha. Que dolor para la retina. Las calles no tenían ni una sóla farola, estaban sólo iluminadas por las luces de las tiendas, dentro de ellas era casi de día. Aunque no lo parezca el olor no era diferente, simplemente como el resto de la ciudad. La ciudad no huele mal, simplemente no huele. Es tan sosa que el olor se difumina en el viento del desierto.

Aquí ya vinimos preparados, además de Carlos que habla árabe nos acompañó Fathy, un egipcio de la oficina, ya podíamos observar el stuil arte del regateo. Básicamente consiste en hacerte el ofendido y decir que es un robo hasta lograr que el tendero se sienta ofendido y lo considere un robo también. Luego van a buscar los productos y mientras te ofrecen un té y charlas como si te concocieras de toda la vida.

Esto lo he visto hasta en una tienda de samsonite en un centro comercial con el Carrefour al lado.

Aquí el pirateo de los perfumes consiste en vender los testers, que los tienen a patadas y los venden un pelín mas baratos que los originales.

Hoy para cenar tocaba un turco, donde para variar nos pusimos las botas. Estaba todo buenísimo, los shawarmas, las alitas de pollo, los zumos de naranja (tirados de precio), pero lo que mejor estaba era el “Alexander shawarma”, un shawarma con yogur. Como simepre sobró comida y pan para aburrir, y todo por 20 riyales por cabeza.

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