viernes, diciembre 01, 2006

La cascada invisible, el lago seco y los puros del jefe

29-11-2006

Hoy le hemos dado por la mañana el regalo de Cumpleaños a Alejandro. Una caja de Montecristos como Dios manda. Este pais es tan raro que a pesar de todas las estupideces al final puedes comprar casi de todo.

A comer me fuí con Julio, Carlos y Salim a un restaurnate especialista en pescados, donde pedimos algo entre mero y merluza. Todo ello acompañado de un montón de arroz. Estaba curioso, pero me pareció un poco caro para lo que se estila por aquí.

Ya por la noche fuimos a la fiesta que había preparado en su casa y allí nos juntamos un montón de españoles y gente de otra índole, desde un Malayo hasta un Argentino.

Al final voy a tener que ponerme a bailar, sólo por no mirar cómo lo hacen los demás y porque visto lo visto no hay muchas alternativas de ocio en sociedad.

Estuvo entretenido y muy bien, como corresponde al cambio generacional, la gente mas mayor tenía mas marcha que la joven, sobre todo una Peruana que tenía 65 años y no paró de bailar hasta que se marchó, y no fué precisamente pronto.

Lo malo es que al final, entre que llueve y que no, que si hace calor o frío y que si ponen o no el aire acondicionado, al final he cogido un resfriado.

30-11-2006

Entre la fiesta y el resfriado me he levantado hecho polvo.

Hoy a tocado mexicano, un poco carillo y oscuro. Tenían reguladores de potencia para las luces y los camareros andaban jugando con ellas.

Luego fuimos a un centro comercial especializado en móviles. Bastante curioso porque las tiendas de fuera eran las que mas actividad tenían y dentro estaba medio desértico. Las únicas tiendas que había vendían sólo carcasas de Nokia y sólo ocupaban un 15% de la superficie de la galería.

Aproveché y me compré una carcasa para mi móvil y otra para el de mi niña. El cachondo del vendedor me decía que si la quería original o copia. Le dije que me sacara las dos y resultaron ser falsas las dos. Bueno, la original no es que me haya salido buena precisamente asi que me dá un poco igual la procedencia.

1-12-2006

Hoy ha tocado excursión al desierto. Bueno, si consideramos que Riyadh no forma parte del desierto...

Sólo ha faltado el Jefe y carlos, que dice que visto 100 veces, la 101 es igual que las anteriores. Al final nos han acompañado los chicos de la embajada y el embajdor.

Parecía que íbamos en un convoy, los coches diplomáticos en los extremos y nosotros en el centro.

Al poco de salir nos hemos encontrado con una depresión enorme y hemos bajado entre 50-100 por una cuesta muy pronunciada. El paisaje era lo mas parecido a las películas del oeste, las del cañón del colorado, no las de Almería.

El destino era un lago y una cascada que teníamos la esperanza que tuvieran algo de agua por las lluvias de la última semana, pero me temo que tendremos que esperar a que vuelva a llover en febrero, porque lo único que encontramos fué arena, piedras y un montón de conchas y caracoles fosilizados. Es curioso pensar que donde hay ahora un enorme planicie de piedras y arena con apenas vegetación hubo hace mucho tiempo una gran riqueza de vida.

En principio la idea era hacer una visitilla al entorno y luego ir a comer por ahí, pero nos la jugaron y el resto trajo comida para hacer un picnic. Ya podían habernos avisado, porque nosotros no llevamos nada... bueno el fondo se agradece que no avisaran porque los diplomáticos llevaron bocadillos de jamón serrano y latas de cerveza con alcohol. Como Dios manda y Alá prohibe.

Lo malo es ahora me apetece unos chorizos a la sidra que no os podeis ni imaginar.

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